sábado, 12 de marzo de 2011

Julia Calvo en Revista Pronto

"Una canción de Cris Morena me ayudó a superar tanto dolor"


Julia Calvo perdió a sus padres y a su hermana en el lapso de 2 años.

La actriz está en Mar del Plata protagonizando "El diluvio que viene". Dice que se siente plena, a pesar de los golpes que le dio la vida en los últimos tiempos. Su padre murió en 2005 y poco después, por la angustia que le causó la pérdida, falleció su hermana. Y su madre se fue en el 2008.
Pero Julia cuenta que el tema "Que nos volvamos a ver", de Casi Ángeles, fue su sostén en los momentos duros.


Cada noche, cuando sube a las tablas del teatro Tronador, en Mar del Plata, Julia Calvo (50) deslumbra cantando y bailando en la piel de Consuelo, su disparatado personaje en la comedia musical "El diluvio que viene", obra que la actriz encabeza junto a Juan Durán y Natalie Pérez. Por las tardes, la actriz disfruta del sol, camina por la costanera, y recibe a familiares y amigos que viajan de Buenos Aires para visitarla. "Tengo un balconcito en un cuarto piso con vista al mar, y ahí soy feliz. Me siento una marplatense más. Cuando me llaman mis hermanos para ver si necesito algo o si extraño, les digo que estoy bárbara. Vivo sola, pero mi casa es la casa del pueblo: mis compañeritos del teatro, la mayoría jóvenes, vienen y se quedan en mi departamento. Últimamente me estoy convirtiendo en la tía de los elencos. Los chicos me refrescan, me dan mucho aire, ¡y nos cagamos de risa!", se sincera la artista.


- ¿Ellos viven?
- No, ninguno de los dos. Mi viejo, Germán, falleció en 2005, justo cuando yo estaba por arrancar con "Una familia muy especial", en Pol-ka. Ese trayecto fue muy hermoso, claro que no su muerte, pero sí lo que pasó. En el último año, estaba en "Padre Coraje", y mi viejo me pasó todos los textos de época para Mesina, mi personaje. Él me anotaba toda la terminología en una libretita, y yo la decía en la novela. Mi mamá, Ethel, falleció en 2008, mientras yo hacía la segunda temporada de Casi Ángeles. ¡Recibí tanto amor del público! De todos modos, fueron dos despedidas muy rápidas. Mis viejos, desde el amor, nos enseñaron a ser prácticos en muchas cosas. Los dos se fueron con todo organizado en la Tierra. No tuvimos nada que resolver.



- ¿Cómo tolerás estas ausencias? Al principio, fue muy difícil. Más que nada porque mi familia era como los Ingalls: todos juntos todo el tiempo. Lo seguimos siendo, con mis dos hermanos, Germán y Luis, a quienes les dediqué el premio Estrella de Mar. A mi hermana se lo dedico todos los días, porque en el teatro uso su vestido de novia. Desdramatizándolo, te puedo decir que los extraño porque éramos muy amigos. Pero también uno va aprendiendo a ver las cosas de otra forma. Me sirvió mucho la canción "Que nos volvamos a ver", de Casi Ángeles. Yo creo que ya nos vamos a volver a ver, y nos vamos a abrazar. No ahora, porque tengo muchas cosas que hacer. A veces, cuando me agarra algún bajón, me digo: "Bueno, bueno, Julita, a no caer que hay muchas cosas que hacer". Y sigo adelante.

- Sos optimista.
- ¿Sabés que sí? Igual, a veces uno se cansa, y pensás por qué es todo tan difícil. Pero me recompongo, levanto la frente, y le doy para adelante. Cris Morena, ya en la segunda mitad del primer año de Casi, empezó a bajar una líneas para los chicos increíbles. Me pareció fantástico volver a rescatar esas ideas, de trabajar en conjunto, de las intervenciones creativas para poder decir que estás en contra de algo, de la no violencia, la libertad, la paz. De esto también habla "El diluvio...", y me encanta que se puedan seguir diciendo estas cosas. Eso te hace apostar cada día a seguir.






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